miércoles, 29 de enero de 2014

Sábado. Miro el reloj: 9.30 PM.
Toda mi habitación revuelta, y yo que tenía que estar saliendo de mi casa.
Hoy tengo el presentimiento, hoy va a ser mi día.
Me visto frente al espejo, me peino y me pinto un poco… y salgo triunfadora de mi casa.
Por la calle iba pensando en como había dejado la habitación, en cómo iba vestida y en lo bien que me lo iba a pasar hoy… Pero un instante deje de pensar en eso… Justo cuando pasé por su casa… 
Por un momento mi mente se paró a pensar si hoy le vería por fin… en si hoy hablaremos o si hoy por fin probaré su sabor…
Llego al bar. Saludo, el no está. Me lo estoy pasando bien, quizá lo mejor es mejor sería que no le viera…
Llegan sus amigos. El no está. Es raro. Es muy raro que el no vaya con sus amigos.
Voy a la barra, decidida. Miro a la puerta.
Le veo.
Está plantado en la puerta. Mirándome. Y yo le miraba a el… Bueno exactamente a el no. 
Miraba ese brazo que colgaba de su cuello. Miraba la cara de mi mejor amiga mientras le besaba. Y yo que seguía ahí… Mirándoles. Sintiendo como mi corazón se hacía añicos. Mirando que lo único en lo que creía, se iba…

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